15 Pero pondré empeño en que, en todo momento, después de mi
partida, podáis recordar estas cosas.
16 Os hemos dado a conocer el poder y la Venida de nuestro Señor
Jesucristo, no siguiendo fábulas ingeniosas, sino después de haber visto con
nuestros propios ojos su majestad.
17 Porque recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando la sublime
Gloria le dirigió esta voz: «Este es mi Hijo muy amado en quien me
complazco.»